Día 5: EXCURSIÓN A LA ISLA BARTOLOMÉ
Esta salida es bien tempranera
porque el viaje es largo, así que desayunamos en el barco. Esta vez el grupo es
chico (las dos suizas, dos ecuatorianas y un matrimonio de NY) y, aunque el
guía es el mismo de ayer, le puso mucho entusiasmo desde el primer momento y
hubo muy buena onda en todo el trayecto. Nos subimos a lo que sería la terraza
de la embarcación (disculpen la ausencia de vocabulario naútico) y estuvo
buenísimo. Disfrutamos mucho del paisaje. Vimos varias tortugas respirando en
superficie, una manta raya saltar, muchas aves marinas como los piqueros de
Nazca, y varias de las islas como las Daphne Mayor y Menor.
 |
Sendero hacia el mirador |
 |
Vegetación típica volcánica |
 |
Sendero hacia el mirador
|
 |
Mirador de Bartolomé |
En total fueron dos horas y media
hasta Bartolomé. Ya las primeras vistas, cuando te estás arrimando, son
impresionantes. La silueta del pináculo (una de las formaciones emblema de las
Galápagos), el color turquesa del agua, los pingüinos (única especie que vive
en el ecuador). El clima, también, fue más benigno que el día anterior, había
nubes y corría una brisa que hizo la caminata agradable. La excursión consiste en recorrer el sendero
que sube hasta un mirador sencillamente imponente, al tiempo que te cuentan
sobre el origen volcánico de las islas y las características de su formación.
 |
Cráter tapado por el mar |
 |
Cráter tapado por el mar
|
Desde
arriba se ve perfectamente un anillo de volcán tapado por el mar, entre otras
cosas. También aprovechamos para preguntarle sobre la vida cotidiana en el
archipiélago y nos contó, por ejemplo, lo difícil que es para los ecuatorianos
conseguir el permiso para vivir allí, las trabas que le ponen a la migración,
las cargas impositivas para los trabajadores del turismo, es prácticamente como
sacar la nacionalización para vivir en otro país. Muy duro.
 |
El Pináculo |
 |
Suelo de lava |
Después regresamos
al yate y nos preparamos para el snorkel. Genial. Fuimos directo hasta los
pingüinos y nos quedamos alrededor de ellos hasta que se hartaron de nosotros y
se fueron. Sí, nadamos al lado de pingüinos. Vimos un pulpo, lobos marinos en
la orilla y, cuando nos estábamos fotografiando con ellos llegó el guía a viva
voz pidiéndonos que subamos al gomón. Un enorme tiburón negro pasó al instante
por al lado nuestro. No había más de medio metro de agua y la imponente silueta
se vio claramente, con aleta dorsal y todo. Uff, fue un momento de película,
primera vez que le tuve miedo a un tiburón, je.
 |
Nadando con pingüinos |
 |
Siesta lobera |
 |
Molestando lobos |
Llenos por la gran experiencia
tanto en la isla como en el snorkel, volvimos al barco donde almorzamos
mientras emprendimos el largo retorno.