-¿Qué podría ser? –El saludo
del pulpero me transportó inmediatamente a otro lugar. Era el último día del
año pero por un momento pareció el primero de otra época, un día arrancado a
algún viejo almanaque amarillento. Al fondo, unos jóvenes tomando una cerveza,
al costado un viejito no se separaba de su botellita de fanta y una bandeja
llena de palitos salados, acodado a la barra un tipo simpático y barbudo se
quejaba del calor junto a los propietarios del local, padre e hijo, y ahí, a un
costadito, nosotros, los únicos turistas, como espiando una postal de las
costumbres locales. Veníamos de pasar el día en el río y nos habíamos detenido
a tomar una cerveza helada en el rincón más pintoresco del pueblo.


Quizás eso fue lo que más me gustó de Los Reartes, la
variedad de posibilidades que te da el lugar. En la calle principal, un mini
casco histórico con pulpería, capilla y escuela incluídos; unas calles más
abajo, corre el río Reartes a cuyas márgenes encontrás muchos sitios para hacer
un picnic en plena naturaleza, con zonas arboladas perfectamente cuidadas por
el municipio; a unos minutos en auto tenés la coqueta Villa General Belgrano
con gran oferta gastronómica y de entretenimientos; a 20 kilómetros podés ir al
gran espejo de agua del Dique Los Molinos; y si hacés unos 30 kilómetros en el
otro sentido llegás a la hermosa Cumbrecita y su encanto alpino; todo distinto,
todo cerca.



Los Reartes es un
pequeño pueblito netamente turístico. Tiene su casco principal, donde están los
edificios coloniales, restaurantes y almacenes, unas cuantas manzanas de
viviendas, y luego todo son complejos de cabañas, para todos los bolsillos
podría decirse. Las hay lujosas y las hay bien sencillas, frente al río o a
unas cuadras de distancia. La localidad, que forma parte del Valle de Santa
Rosa de Calamuchita, fue originariamente el casco de una estancia colonial y
luego de pasar por varias familias en 1711 fue comprada por Don Juan Gregorio
de Rearte quien finalmente le dio el nombre al río y luego a la localidad. Por
ser el más antiguo del valle, en 2006 se lo declaró Pueblo Patrio.


¿Qué podés hacer en Los Reartes? Con la cámara de fotos en
la mano, recorrelo, es chiquito y encantador. Acercate a la capilla Inmaculada Concepción, de 1815, se puede
visitar de forma gratuita, también tenés la Escuela
Pedro Bonifacio Palacios de 1895 y la pulpería Don Segundo Sombra que, aunque no es tan vieja (1930), bien vale
hacerle una visita y tomarse algo parado frente a su barra.
Si te gusta la naturaleza, recorré la orilla del río y elegí
un buen sitio para hacer un picnic. Tenés para todos los gustos, agrestes,
organizados y paradores. El río es bien típico de la zona, con aguas
cristalinas que corren sobre un suelo mayormente rocoso y con poca profundidad,
lo que lo hace ideal para familias con chicos dado que rara vez va a superar
los 50 cm.
Si lo que buscás es nadar, siguiendo por la ruta 5, a unos
20 kilómetros tenés el lago Los Molinos, que es un embalse del río del mismo
nombre y que tiene playas por las que acceder a este lago de aguas profundas en
los que se practican también deportes náuticos. El camino es muy bonito y está
lleno de puntos panorámicos desde donde se puede apreciar la belleza del
paisaje y comprar el mejor salame casero de la región.
A 9 kilómetros de Los Reartes se encuentra Villa General
Belgrano, una colonia alemana que posee la arquitectura típica de ese país. Es
una localidad mucho más grande, con lo que tenés mucha más infraestructura en
gastronomía, entretenimientos y artículos regionales.
A unos 35 kilómetros de un camino asfaltado y espectacular
que se va metiendo en el corazón de las Sierras Grandes de Córdoba, se llega a
La Cumbrecita, una encantadora aldea alpina ubicada en un pequeño valle. Es un
pueblo peatonal, por lo que el vehículo se deja a la entrada y luego toca
caminar. Es un placer perderse entre sus pocas calles y llegar casi por
sorpresa a su vieja capilla, o al lago de las truchas, la olla o su bella
cascada. En La Cumbrecita todo parece sacado de un cuento clásico, los
bosquecitos de coníferas, los ríos, las casitas, las flores, las casas de té. Haga
frío o haga calor, llueva o haya sol, es una visita imperdible si te encontrás
en la zona.
Datos prácticos:
¿Cómo llego? Si vas
desde Buenos Aires, son unos 770 kilómetros. Podés ir por la Ruta 9 (que en su
mayor parte es autopista) hasta Alta Gracia y de ahí por la Ruta Provincial 271
hasta Los Reartes. Los caminos están en buen estado y es un viaje muy agradable
para hacer en unas 8-9 horas.
¿Dónde me alojo? Hay mucha variedad de cabañas para poder
disfrutar del lugar. En su sitio oficial encontrás muchas opciones (clickeá acá)